Los vinos y su parafernalia no son ajenos al constante cambio en las modas y puntos de vista.
Si existe algo variado y para escoger desde lo sublime hasta lo ridículo, son las copas para vino.
En el arte y el placer de la degustación se escriben hartas páginas, tantas que llegamos a donde iniciamos, que la mejor copa es la que mas te gusta. Al momento de escoger el contenedor hay que hacer algunas observaciones ante la ola de nuevas tendencias. La copa es un instrumento importante en la degustación, nos dará la superficie ideal para observarlo, enamorarnos, hacerlo parte de nosotros y de nuestras emociones. Por lo tanto es imperativo que una copa tenga limpidez, como una ventana a un paisaje, que tenga estilo y se perfile elegante, con bordes delgados, que rematen carnosos. Las copas sin tallo, las puso de moda la compañía Riedel®. Hoy en día las encontramos por doquier y de cualquier marca y calidad.
Estas copas son para ocasiones informales, son mas fáciles de limpiar, pueden ser mejor almacenadas, tienen un aspecto simpático y desenfadado. Muy indicadas para picnic, días de alberca o reuniones al aire libre. Por otra parte, permite que el vino cambie la temperatura más rápido, el blanco y tinto se calentarán por la acción del contacto de la mano. El cristal se mantendrá turbio con huellas digitales, lo que nos impedirá una buena apreciación del color.
La copa de tallo, puede permitirnos una buena apreciación visual, no alterará la temperatura, un buen vino requiere de una buena copa en su estilo y cualidades, nos permitirá aerearlo con un suave bamboleo que produzca una turbulencia que agite el caldo para que su casta resalte.
El otro lado de la moneda es que son mas delicadas y propensas a quebrarse, difíciles de limpiar.
Lo importante es la diversidad y sus opciones. Los puristas y los mas relajados encuentran en este mundo a su copa ideal…cual es la tuya..?

Riedel ‘O’ Stemless Wine Glass foto cortesía http://www.wineenthsusiast.com

Zalto Denk’Art Bordeaux Glass foto cortesia de wineethusiast.com