Una historia de éxito, un vino entrañable

Un vino implica mas que un simple placer, epicúreo desdén de auto indulgencia. Al vino, hay que amarlo, hay que fundirse con él, beberse las esperanzas del enólogo, la expresión de la tierra, todos los soles y lluvias que en un sorbo se escancian y entrar en un minueto de emociones mezcladas, entrelazadas y ha veces encontradas. El vino Mexicano se erige a base de esfuerzos y metas muy altas, tal es el caso de la Finca La Carrodilla de las familias Pérez-CastroOthón enclavada en el Valle de GuadalupeBC. En alguna ocasión tuve el honor de ser un panelista en esta progresista cuanto visionaria empresa de vinos Biodinámicos. En ese entonces se cataron vinos nonatos y entre ellos el Cabernet Suavignón, el cual me dejó prendado.

Aquí mis notas de cata:

Vista:
Se aprecia un color granate profundo sin iridiscencias, de capa alta, aspecto saludable. Las abundantes lágrimas denotan la robustez del vino.

En nariz:
Se aprecian notas intensas de bayas negras maduras y un interesante dejo de pimientos rojos tostados. Lo complejo de su nariz entremezcla armónicamente las notas características varietales de su casta; grosella negra, especias como la pimienta verde, como fondo herbáceo el pimiento verde, matices breves de violeta. Redondo, codicioso e incitante.

En boca:
Ataque frontal tánico, untuoso, vino amplio y delicadamente goloso, provocador y lujurioso, con un final que evoluciona elegantemente a notas lácticas de yogur, coco y torrefactos de chocolate amargo que se alojan persistentemente en el retro gusto.

Maridaje:
Con quien mas ames, con tus hijos, nietos y amigos dilectos.
Un vino para beber recuerdos y disfrutar el presente ensoñando el futuro.

Nota: Actualmente se perfila como un vino prometedor de buen presente y un gran futuro. Hará un gran debut y será un digno vino bandera de «La Carrodilla«

Estas fueron las notas que hace casi dos años escribí, hoy por hoy se han cumplido y rebasado mis expectativas de este caldo que lo calificaría como «Entrañable».

El éxito, no viene por la casualidad, es una actitud, es energía, es creer en tus propios sueños y es en resumen tu misma esencia proyectada en el hoy y el mañana con los ladrillos del ayer.

 

 

 

Cabernet Sauvignón Finca la Carrodilla

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